rugosa, y se observan pápulas hiperqueratósicas en codos,
rodillas, nalgas y cara, signo que se conoce como “frinoderma
hipotiroideo”. Los pacientes presentan apatía, fatiga, diarreas,
intolerancia al frío y aumento de peso; y en el adulto, edema
de genitales, manos y cara, especialmente de los párpados,
que puede ser el primer síntoma y ayudar al diagnóstico.
c) Tiroiditis de Hashimoto
. Es la que más nos interesa ya
que es la “tiroiditis autoinmune” que, aunque habitualmente
cursa con bocio y tiende en el futuro a producir hipotiroi-
dismo, en ocasiones sólo muestra anticuerpos antitiroideos
circulantes siendo una forma silente
20
. Hay dos formas típicas
de tiroiditis, la oxifítica, más frecuente, que se acompaña de
escasa fibrosis y abundante infiltración linfocitaria tiroidea, y la
forma fibrosa que es más destructiva y tiene mayor tendencia
a producir hipotiroidismo. Cuando la tiroiditis se acompaña de
bocio, que puede ser descubierto casualmente o por presen-
tar discretas molestias locales, éste suele ser de tamaño
moderado y afectar ambos lóbulos aunque casi siempre al
lóbulo piramidal. Como es un estadio previo al hipotiroidismo,
de muy lenta evolución, muchos internistas no lo tratan sino
que sólo hacen seguimiento. Recientemente se ha publicado
la asociación de tiroiditis de Hashimoto con miastenia grave y
con histiocitofibromas múltiples
21
.
IV. ATOPIA Y ALOPECIA AREATA
En este apartado, que vamos a desarrollar en extenso por
ser el más importante desde el punto de vista dermatológico,
comentaremos la asociación atopia y AA. Si queremos resaltar
la importancia de la atopia en la AA no hay más que recordar
que en la clasificación de Ikeda el tipo II era la forma de aso-
ciación a la atopia, ya que consideraba se asociaba en un
10% de pacientes
22
.
Que la atopia sucede en la alopecia areata con doble inciden-
cia que en sujetos normales es un hecho incontestable
2-4,6
. En el
Registro Nacional de Alopecia Areata americano (NAAR) se ha
aceptado que el 2% de los pacientes con AAT, AAU o AAM de
larga evolución tienen como factor de riesgo desencadenante
una atopia, y el 1,7% una enfermedad autoinmune diferente
14
.
En nuestra estadística
18
representa el 9,44% de pacientes con
dermatitis atópica y hasta el 24,7% de la asociación AA-Atopia
en general; es decir, con los procesos inmunes relacionados
como bronquitis asmática, rinoconjuntivitis y dermatitis atópica,
porcentaje que coincide con otros autores que indican un
22,5%
2-4
aunque algunos la comprueban hasta en el 26,7%
23
.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que nosotros considera-
mos todas las manifestaciones de atopia frente a todas las posi-
bles presentaciones de AA siendo muy frecuente, especial-
mente en niños atópicos, la presencia de AAS o AAM que tienen
buena evolución (fig. 6), mientras que el estudio estadístico del
NAAR considera las manifestaciones atópicas como factores de
riesgo para formas graves de alopecia areata o de larga evolu-
ción. Pero aún así nos parece un porcentaje muy bajo si lo com-
paramos con el que observamos en nuestra Unidad de Tricolo-
gía, si bien hay que tener en cuenta el sesgo de que la mayoría
de los pacientes que acuden son precisamente las formas gra-
ves o las de larga evolución.
IV.1. Atopia, alopecia areata y vitíligo
En este apartado, vamos a desarrollar la asociación “derma-
titis atópica-vitíligo-alopecia areata” o si lo prefieren la “asocia-
ción de autoinmunidad en mosaico”. Para Ikeda
22
esta triple
asociación sucedía en el 4% de los pacientes; sin embargo,
aunque la asociación atopia y vitíligo es más frecuente alcan-
zando del 6,8% al 8% en algunas estadísticas
24,25
(fig. 7), la
triple parece menos evidente con una frecuencia entre 1% y
1,2%
24,25
. Papadopoulos y cols.
26
insisten en la relación vitíligo
y AA indicando que el 10% de los niños con la alopecia tienen
prevalencia para el vitíligo, que incluso se han descrito en la
misma localización
27
(fig. 8). Siempre hay que buscar esta
asociación ya que, en ocasiones, sólo se encuentra en las por-
ciones distales de los dedos o en genitales (fig. 3). La razón
de estudiarla aquí es que esta tríada se considera marcadora
de una deficiencia inmunológica en la función timo-depen-
diente, igual que el síndrome de Down al que luego nos refe-
riremos
28
.
La indudable relación alopecia y vitíligo quedó demostrada
en 2006 en el trabajo de Nagai y cols.
29
. En él explican que la
alopecia y presencia de placas despigmentadas tipo-vitíligo se
indujo, en ratones portadores de células de melanoma B16
productoras de interleucina 12, cuando se efectuó en ellos una
depleción de CD4 +. Asimismo, se comprobó un hecho ya
conocido y es que cuando se produjo la repoblación ésta fue de
pelos blancos. El estudio anatomopatológico demostró que
había un infiltrado mononuclear de CD8 + en el interior de los
folículos (ver capítulo 7 de la monografía Alopecia Areata I) y
que cuando se producía una depleción de este tipo de linfoci-
volumen 24 • nº 1 •
enero-febrero 2011
17
Figura 6.
Alopecia areata simple en niño atópico.
Figura 7.
Alopecia areata en área del bigote y vitíligo axilar.