Monografías de
Dermatología
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nismo biológico tal que no podría entenderse la vida en su
ausencia. Por poner algunos ejemplos, la histamina es nece-
saria para mantener la vía aérea permeable
2
, proporcionar un
adecuado nivel de perfusión sanguínea al músculo cardiaco
3
y a los distintos tejidos
4
, controlar el funcionamiento de nues-
tro sistema termorregulador
5
, regular las fases de sueño y vig-
ilia
6
o modular en cantidad y calidad cada interacción celular
en nuestro sistema inmune
7,8
.
Todas las funciones señaladas anteriormente, justifican que
haya que considerar a la histamina como una molécula nece-
saria en la totalidad de los tejidos de todos los organismos
vivos, aunque a concentraciones muy diferentes
9
. Para ejercer
sus funciones biológicas la histamina ha de tener unas con-
centración local específica, ya que un déficit de histamina no
es compatible con la vida y un leve exceso puede ocasionar
síntomas o alarmas que pueden conducir a la pérdida de la
salud
10
.
La distribución de la histamina en los tejidos, unida a la
abundancia y variabilidad de receptores, nos ha de pre-
disponer a comprender la gran variedad de síntomas que
puede determinar en cualquier zona anatómica
11,12
. Fue iden-
tificada como un mediador de reacciones anafilácticas en
1932
13
.
III. METABOLISMO DE LA HISTAMINA
La histamina es sintetizada por el fosfato de piridoxal (Vita-
mina B6), que contiene la L-histidina decarboxilasa (HDC) del
aminoácido histidina. La sintetizan los mastocitos, basófilos,
plaquetas, neuronas histaminérgicas, y células enterocromafi-
nas, que la almacenan en unas vesículas intracelulares y la
liberan después de un estímulo.
La histamina es un potente mediador de numerosas reac-
ciones biológicas. Además de la bien conocida degranulación
de los mastocitos por entrecruzamiento de los receptores
Fc
ε
RI con alérgenos específicos, hay otros mecanismos no
inmunológicos que pueden activar los mastocitos como los
relacionados con los neuropéptidos, factores del comple-
mento (p. ej. C3a y C5a), citocinas, hiperosmolaridad, lipopro-
teínas, adenosina, superoxidasas
14
, hipoxia, factores químicos
y físicos (por ejemplo, temperaturas extremas, traumas), alco-
hol y determinados alimentos y drogas.
La histamina causa sus efectos al unirse a sus 6 receptores,
de los que sólo 4 han sido bien identificados: receptor 1 de la
histamina (H1R), H2R, H3R, y H4R, localizados en células de
diferentes tejidos excepto el H3R que sólo se encuentre en el
cerebro
13
. Al actuar sobre uno u otro tejido, producirá discreta
contracción de las células musculares, vasodilatación,
aumento de la permeabilidad vascular y de la secreción de
moco, taquicardia, alteraciones de la presión sanguínea y arrit-
mias, y estímulo de la secreción de ácido gástrico y de las
fibras nerviosas nociceptivas. Además, se sabe que la hista-
mina desempeña diversas funciones en la neurotransmisión,
inmunomodulación, hematopoyesis, cicatrización de heridas,
ritmo circadiano y en la regulación de la proliferación celular,
además de sobre la angiogénesis en modelos tumorales e
isquemia intestinal
15
.
La histamina puede ser
metabolizada
por dos vías: por la
desaminación oxidativa de la diaminooxidasa (DAO), antigua-
mente llamada
histaminasa
, o por la metilación de la hista-
mina-N-metiltransferasa (HNMT)
16
.
La histamina será catabolizada por la DAO o por la HNMT
dependiendo de su localización. Por ejemplo, como la proteína
DAO se almacena en la membrana plasmática que se
encuentra junto a las estructuras vesiculares de las células epi-
teliales y es secretada a la circulación cuando hay un estímulo,
se ha propuesto que la DAO pueda ser responsable de la eli-
minación de
histamina extracelular,
lo que sucede después
de la ingestión de alimentos ricos en histamina; sin embargo,
la HNMT, que es la segunda enzima más importante en la
inactivación de la histamina, es una proteína citosólica que
puede metabolizar la histamina sólo en la zona
intracelular
.
Por lo tanto, las dos enzimas no parecen competir por el sus-
trato, a pesar de que tienen una afinidad similar por la hista-
mina y que se expresan en algunos tejidos superpuestos.
La HNMT tiene una afinidad ligeramente superior por la
histamina (Constante de Michaelis-Menten (
K
M
): 6.13
μ
mol/L) frente a la DAO que es de
K
M
: 20
μ
mol/L. En los
mamíferos, la expresión de la DAO se limita a determinados
tejidos demostrando una mayor actividad en el intestino del-
gado, colon ascendente, placenta y riñón
17
. La menor activi-
dad de la DAO se ha relacionado como potencial indicador de
daño en la
mucosa intestinal
en enfermedades inflamatorias
y neoplásicas, y en personas que reciben quimioterapia. La
HNMT se expresa ampliamente en los tejidos humanos,
siendo el riñón el de mayor expresión, seguido de hígado,
bazo, colon, próstata, células de la médula espinal, bronquios
y tráquea. La HNMT se considera la enzima clave para la
degradación de la histamina en el epitelio bronquial
17
.
IV. HISTAMINOSIS
Podemos definir la
histaminosis
como el cúmulo de hista-
mina tisular capaz de ocasionar síntomas clínicos
18
. Este
cúmulo de histamina podrá ser consecuencia de mecanis-
mos alérgicos o no alérgicos. Al primero lo llamaremos
“hista-
minosis alérgica”
y al segundo
“intolerancia a la histamina”.
Generalmente la “histaminosis alérgica” suele ser endógena
mientras que la “intolerancia” sería exógena, con excepciones
tanto en un caso como en otro.
Pero antes de seguir, y puesto que en este capítulo hemos
de relacionar la alopecia areata en atópicos con la hista-
minosis, hemos de hacernos una pregunta: ¿es lo mismo la
histaminosis de la atopia consecuencia de la reacción entre
una reagina IgE y un alérgeno, y la histaminosis por intoleran-
cia a la histamina?. Claramente no, y trataremos de explicar la
diferencia a continuación. Los dermatólogos sabemos que la
atopia puede manifestarse como una
histaminosis
frente a
algunos neumoalérgenos o alimentos (trofoalérgenos); por
ejemplo, el gluten que determina la “enfermedad celíaca”, a la
que antes hemos hecho referencia relacionándola con la alo-
pecia areata, y en la que un adecuado régimen de eliminación
de gluten puede conducir a excelentes resultados terapéuti-
cos, u otros alimentos que, si bien no serían responsables
directos de la atopia, estarían en relación con la alteración del
sistema autoinmune, en este caso humoral.
Además de con la celiaquía, la alopecia areata se ha relacio-
nado con otros procesos autoinmunes en los que también se
produce liberación de histamina como asma, dermatitis ató-
pica, fiebre del heno y síndrome del colon irritable, cuadros
que han de investigarse cuando se hace la historia clínica a un
paciente con alopecia areata
19
.
Antes de seguir adelante con los conceptos, vamos a clasi-
ficar las histaminosis. Lo haremos según la procedencia de la
histamina en dos grandes apartados, exógena y endógena, y
en cada uno de ellos comentaremos diferentes posibilidades:
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