reacción anafilactoide) deben ser inmediatamente tratadas
por un médico. Después, los síntomas deben ser evaluados
mediante un sistema de puntuación estandarizado.
El problema que tiene es que se tarda mucho tiempo en
realizar, es caro y, por tanto, que no es posible realizarlo en
todos los pacientes. No hay que olvidar que hace años
teníamos únicamente las “pruebas de eliminación” que es un
test similar.
c2)
Test de liberación de histamina (TLH).
Como la hista-
minosis de mecanismo no alérgico no guarda una relación
causa-efecto con la ingesta del alimento tan clara ni inmediata
como en la alergia, el diagnóstico puede ser laborioso. El
método diagnóstico más resolutivo se realiza estimulando
in
vitro
células del paciente con los antígenos objetos del
ensayo, cuantificándose la histamina liberada al medio como
consecuencia de esta interacción. Este método, conocido
como “test de liberación de histamina”, requiere tener
antígenos muy bien estandarizados previamente a su uso
diagnóstico
86-88
.
La liberación de histamina en células de sangre periférica
tras estimulación con antígenos alimentarios es la técnica de
mayor rentabilidad diagnóstica cuando los antígenos utiliza-
dos están debidamente estandarizados. Esta técnica pone de
manifiesto la histaminosis mediada tanto por mecanismo IgE
como por otros mecanismos celulares no IgE.
d)
Pruebas de nulo o escaso valor predictivo.
A pesar de
que se ha hablado mucho de ellas en el pasado, y de que
algunas se reinventan casi a diario, como sucede con casi
todas las pruebas o tratamientos placebo, hay 4 pruebas que
conviene dejar claro que no sirven para demostrar alergia ali-
mentaria
89
.
d1)
Test IgG específica a alimentos
. Los test para determi-
nar los anticuerpos IgG específicos frente a trofoalérgenos
(alimentos), o su principal subclase IgG4, comercializadas
con el nombre de “
Radioallergosorbens IgG tests
” se basan
en que la titulación IgG se reduce drásticamente cuando se
está un tiempo sin tomar los alimentos antígeno-específicos.
Por ello, algunos médicos utilizan este método de investiga-
ción para diagnosticar alergias de alimentos.
Históricamente, se creía que los anticuerpos IgG4 eran
diagnósticos porque el monoclonal IgG4 anti-humano podía
inducir liberación de histamina de los basófilos circulantes de
la persona alérgica
85
. Posteriormente se comprobó que esto
no era así ya que la determinación de anticuerpos IgG especí-
ficos en el suero no se correlaciona con las pruebas de comi-
das vía oral (DBPCFC)
90
. Burks y cols.
91
realizaron un estudio
de las respuestas de anticuerpos a proteínas de la leche en los
pacientes con intolerancia a las proteínas de la leche, demos-
trada por provocación oral, y no hallaron aumento en los anti-
cuerpos IgG como se esperaba. En otro estudio, Shek y cols.
92
concluyeron que la IgG o IgG4 específicas para alimentos no
añadían información al estudio diagnóstico de la alergia ali-
mentaria. Pero además, y muy importante, la mayoría de las
personas desarrollan anticuerpos IgG frente a los alimentos
que comen, siendo una respuesta inmune normal que indica
la exposición pero no sensibilización alérgica
93
.
Estudios recientes han demostrado que la respuesta de
IgG puede ser incluso de protección y que, por lo tanto, pre-
viene o protege del desarrollo de alergia alimentaria IgE. Por
tanto, no existe evidencia convincente que sugiera que esta
prueba tiene un valor de diagnóstico para la alergia
94
.
La presencia de anticuerpos IgG precipitantes, conocidos
como “
precipitinas
”, pueden ayudar a diagnosticar las neumoni-
tis por hipersensibilidad
85
, aunque también puede encontrarse
en el suero del 50% de personas que hayan estado expuestos
a ácaros orgánicos. En cualquier caso, como el problema es de
alergia alimentaria, no comentaremos más detalles.
d2)
Pruebas de citotoxicidad leucocitaria (test leucocito-
tóxico)
. También conocida como “prueba de Bryan”, se basa
en la observación de los cambios de forma de los leucocitos
cuando se añade a la sangre un antígeno específico. Tiene el
sesgo de que depende de una interpretación subjetiva, ade-
más de que se ha demostrado que no son reproducibles y
que no están estandarizados por lo que no puede ser reco-
mendado aunque por desgracia algunos analistas siguen utili-
zándolo
95
.
La “
prueba antígeno-anticuerpo leucocitario
” (
Antigen
Leucocyte Antibody Test
-
ALCAT)
, es un test de respuestas
celulares a sustancias extrañas que ha sido utilizado en algu-
nos países para el diagnóstico de reacciones de hipersensibili-
dad no mediadas por IgE. Se trata de una modificación del
test leucocitotóxico en el que se realiza una medida de los
cambios en el diámetro de los leucocitos después de poner-
los en contacto con trofoalérgenos específicos. El test ALCAT
es inapropiado para determinar la alergia alimentaria en la
práctica clínica diaria ya que tiene una escasa reproducibili-
dad, además de que faltan pruebas científicas de su eficacia.
Por todo lo anterior, no se recomienda su uso en el diagnós-
tico de las alergias de cualquier tipo
96,97
.
d3)
Test de provocación sublingual e intradérmico
. Es
una prueba en la que, una vez que el alérgeno se aplica por
vía sublingual o por vía intradérmica, hay que observar la res-
puesta local. Hay que aplicar progresivamente el alérgeno
hasta que aparece una pápula, que indica la “dosis de provo-
cación intradérmica”, y después hay que ir reduciendo la dosis
hasta que desaparece el habón, que indica la “dosis de neu-
tralización para desensibilizar al paciente”. En cualquier caso,
como tiene un alto índice de falsos positivos, además de que
pueden llegar a producir reacciones anafilácticas mortales, no
debe recomendarse su uso, máxime cuando no se ha
demostrado que sea superior a la DBPCFC ni validado por
otros estudios. La posición de la Academia Americana de
Asma, Alergia e Inmunología y del Centro Nacional de Tecno-
logía de Salud del Reino Unido es que el tratamiento y diag-
nóstico de enfermedades alérgicas con este método es inefi-
caz e inaceptable
98,99
.
d4)
Otras pruebas inadecuadas y no probadas.
La
kinesio-
logía aplicada,
basada en la teoría de que la disfunción orgánica
se acompaña de una debilidad muscular específica, ha sido
refutada por dos estudios posteriores en los que se demostró
falta de correlación con los tests de IgE o IgG específicos ni con
las pruebas de hidrógeno en el aliento a la lactosa
100
.
Y el
test electrodérmico,
también conocido como “test
VEGA”, basado en la falsa teoría de que una alergia produce
un cambio en la resistencia eléctrica de la piel, de sofisticada
realización, no merece la pena ni comentarlo.
VIII. TRATAMIENTO DE LA INTOLERANCIA A LA
HISTAMINA Y DE LA ALERGIA ALIMENTARIA
La terapia se basa en una dieta libre de histamina. Deben
evitarse el alcohol y alimentos de larga maduración o fermen-
tación, y por lo tanto ricos en histamina, como quesos añosos,
carne curada, levadura, espinacas o tomates, y también los ali-
mentos liberadores de histamina como los cítricos.
La dieta libre de histamina se puede complementar con la
administración de antagonistas H1 y H2. La mayoría de los
Monografías de
Dermatología
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