tante, como los pacientes buscan alguna solución, aunque
sea sólo para mejorar, nosotros utilizamos crema de ácido
retinoico al 0,1% por la noche y aceite de rosa de mosqueta
por la mañana, con lo que hemos logrado algunas mejorías, al
menos de las estrías rojas esteroideas. Los
peelings
de glicó-
lico no han dado resultados, ni a su máxima concentración ni
en las que conceptualmente deberían ser más fáciles de tra-
tar, como son las de los adolescentes.
Y damos paso a los tratamientos físicos en los que desta-
can la microdermoabrasión, radiofrecuencia, luz pulsada
intensa y diversos tipos de láser. Nuestra experiencia con laser
de CO
2
ultrapulsado ha sido satisfactoria pero demasiado
corta ya que sólo tratamos dos pacientes con estrías de dis-
tensión; sin embargo, las aportaciones terapéuticas con láser
de Nd:YAG de 1.064 nm
10
y la reciente de láser de CO
2
frac-
cional
11
, en mayor número de pacientes y con mejores resul-
tados, son prometedoras.
8.
Micosis.
De las
“micosis superficiales“,
dermatofíticas y
no dermatofíticas,
“intermedias“,
como las candidosis, y
“pro-
fundas“
o sistémicas, que pueden afectar diversos órganos y
sistemas y llegar a ser mortales, nos interesan solamente las
micosis superficiales y candidosis, pues otras micosis inter-
medias y las profundas son excepcionales en España. Estas
infecciones pueden ser
“endógenas“
como las que producen
las especies antropofílicas saprofíticas, que sólo causan la
enfermedad en condiciones propicias, o
“exógenas“
como las
antropofílicas parásitas y zoofílicas que se transmiten directa-
mente o a través de objetos, y las geofílicas que se adquieren
por contacto directo o inhalación e ingestión de esporos. Para
que sucedan estas infecciones es necesario que se altere el
balance virulencia/resistencia, pues todas las personas tienen
una
“resistencia natural“
para la mayoría de las especies pa-
tógenas, pero se desconoce el mecanismo. Para que un
hongo desarrolle la enfermedad son necesarios
“factores pre-
disponentes“,
ya sean climáticos, sociológicos y patológicos
locales o generales, y entre estos últimos destacan los trata-
mientos con inmunosupresores y corticoides sistémicos.
Entre las micosis superficiales no dermatofíticas destaca la
pitiriasis versicolor,
micosis superficial banal que adquiere
importancia en base a su altísima incidencia en nuestro
medio, especialmente en el verano y que recibe este nombre
porque cambia la tonalidad blanca del verano por un tono eri-
tematoso o marrón en invierno. La consulta es más por pro-
blemas estéticos que por las molestias que ocasiona. El
paciente presenta manchas redondeadas, solitarias o con-
fluentes, de color pardo en invierno y blanco en verano,
cubiertas de escamas furfuráceas, que localizan en espalda,
zona proximal de extremidades superiores, cuello (fig. 5) y, a
veces, tórax
12
.
Entre las micosis superficiales dermatofíticas, o
dermatofi-
tosis,
las que con mayor frecuencia se observan en pacientes
con alopecia areata sometidos a corticoterapia, son las tiñas
del cuerpo y de la ingle. La
“tinea corporis superficial“
se
conoce universalmente como
“herpes circinado“
porque,
después de un período de incubación de unos ocho-treinta
días, el dermatofito progresa formando “medallones circula-
res u ovales de borde escamoso o vesiculoso, infiltrado, y cen-
tro eritematoescamoso”. Hay una forma
“anular“,
donde sólo
se aprecia un borde rojo con centro curado, y otra
“iris“,
cons-
tituida por una placa cuajada de vesículas con tendencia a cu-
rar en el centro (fig. 6), y multitud de variantes como “placa
con dos anillos concéntricos”, consecuencia de nuevo brote
desde el punto de inoculación, gran placa que cubre extensa
superficie (fig. 6), foco central con otros satélites más peque-
ños, e incluso “placa mínima” con descamación y eritema,
estacionaria, frecuente en cara:
“tinea faciei“,
que suele con-
fundirse con lupus. Por cierto que muchos casos de lupus tra-
tados con corticoides hacen también tiñas corporales y de
cuero cabelludo.
La
“tinea cruris”
es una dermatofitosis de ingles, periné y
región perineal, que llega a invadir zona proximal interna de
muslos y que se le conoce como
“eczema marginado de
Hebra“
porque clínicamente se presenta como placas bilate-
rales, aunque con mayor progresión sobre muslo izquierdo,
de borde eritematovesiculoso, tipo eczema, y centro castaño-
Monografías de
Dermatología
74
Figura 4.
Estrías esteroideas en muslos. Las externas se disponen vertica-
les y oblicuas,y las internas transversales.
Figura 5.
Pitiriasis versicolor en paciente con AAU tratada con dexameta-
sona.
1...,67,68,69,70,71,72,73,74,75,76 78,79,80,81,82,83,84,85,86,87,...92